Visión de las profesionales de Irium sobre sus experiencias, sus expectativas de futuro y un mensaje de ánimo para nuevas generaciones.
El pasado 8 de marzo, la Secretaría de Estado para el Avance Digital publicaba el “Libro Blanco de las mujeres en el ámbito tecnológico” donde se analiza el contexto y los factores que influyen en la existencia de la brecha digital de género en el sector tecnológico. La foto resultante nos presenta un sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) español con una carencia significativa de mujeres profesionales, ya que éstas representan únicamente el 23%.
Aunque creciendo anualmente a buen ritmo -un 5% en 2021-, este porcentaje encaja también con el índice de mujeres profesionales en Irium. Hemos querido preguntarles a ellas cómo ven el sector, cómo es su experiencia personal en los proyectos en los que participan y desarrollan, y como creen que puede evolucionar en el futuro. En general, todas manifiestan que, a pesar de ser minoría en sus proyectos, sus responsables y compañeros muestran habitualmente un enorme respeto y comunicación con ellas. Que no se sienten diferentes, sino simplemente un@ más del equipo.
“Siempre he trabajado con hombres nunca he tenido en mi equipo ninguna mujer como compañera y tengo que decir que el trato ha sido genial, haciéndome sentir una más sin importar el género”, cuenta Vanesa Maseli analista programadora. Por su parte, Mariajo Cuello de Oro, arquitecta, apunta que “En el cliente en el que estoy, el número de mujeres es muy similar al de hombres y no solo eso, sino que muchos de los jefes son mujeres, y que en general, considero que soy muy bien percibida por mis compañeros de proyecto.” Elena González, analista y QA tester, comenta que siempre ha tenido experiencias positivas, con buena acogida en los proyectos en los que ha participado, y que la mujer “es percibida como una más, sin diferenciación”.
La educación como punto de partida del cambio
Pero el origen de estos datos cuantitativos tan minoritarios viene marcado por nuestra cultura y desde fases educativas previas. Los roles y estereotipos de género, la influencia social en la determinación de intereses tecnológicos, a menudo favorecen que menos mujeres se sientan atraídas por el mundo de las Ciencias y la Tecnología.
Para nuestra compañera Alba García, responsable de Selección de Irium, “En los últimos años se ha incrementado el número de mujeres en el sector IT, pero aún queda un largo camino por recorrer ya que requiere un cambio cultural y educativo, lo cual supone una barrera que, aunque muchas veces parece invisible, sigue estando presente en la sociedad actual. Uno de los primeros pasos a dar es fomentar una educación más igualitaria, normalizando que las mujeres estudien carreras como una Ingeniería de Software o de Telecomunicaciones”.
Es evidente que los roles y estereotipos asentados en nuestra sociedad es algo profundamente arraigado que únicamente puede transformarse a través de un largo y concienzudo proceso de educación. Bajo esta perspectiva, actualmente el porcentaje de mujeres que afrontan estudios orientados a las Ciencias o Tecnologías en nuestro país no supera el 30%.
La importancia de los referentes femeninos
Esta falta de interés por profesiones enmarcadas en las Ciencias y las Tecnología es uno de los principales problemas y cuyo origen se sitúa en la ausencia de modelos a seguir que influyen en las aspiraciones de las jóvenes actuales.
En este sentido, María José García, técnica de monitorización, pone de manifiesto que “Es cierto que el trabajo tecnológico ha sido abarcado más por los hombres, pero hay que tener en cuenta que mujeres como Ada Lovelace (madre de la programación informática), Ángela Ruiz Robles (precursora del libro electrónico), (contribuyó al desarrollo del lenguaje de programación BASIC) o Radia Perlman (considerada la madre de Internet) han marcado hitos indiscutibles y facilitados caminos para abrirse paso en este maravilloso mundo de las TIC. Desde su experiencia, Laura de Lalama, técnica de soporte, cuenta que durante su etapa de formación en el instituto, ella era la única alumna, pero que la mayoría de sus profesores eran mujeres. Lo que abre otro debate sobre la incorporación de la mujer como profesional reconocida y valorada empresarialmente dentro del sector.
El acceso al mundo laboral
Según la Comisión Europea, el 53% de las compañías en Europa afirma tener dificultades para encontrar personas cualificadas en las nuevas especialidades TIC. Preguntadas a muchas de nuestras profesionales por esta cuestión, no sienten que sean menospreciadas o infravaloradas laboralmente. “Siempre he sido vista como una persona más, somos un grupo de personas trabajando juntas para sacar un proyecto adelante. Yo jamás he detectado ningún problema y ninguna compañera o amiga me ha contado ningún tipo de problema por ser mujer. Los problemas que he visto o vivido han sido por otras causas, nunca de mujeres versus hombres”, puntualiza Beatriz Emilió, analista programadora. Incluso, para Vanesa Maseli, también analista programadora, las mujeres son realmente bien percibidas dentro del sector, “Desde mi punto de vista, creo que es percibida igual que un hombre a la hora de realizar el trabajo incluso mejor ya que somos pocas en este sector, pero creo que tenemos mejor capacidad para organizarnos y muchas veces escuchan más nuestra opinión que la de ellos”.
En este sentido, las empresas son hoy cada vez más conscientes de que la igualdad y la diversidad son parte intrínseca de sus valores y ponen en marcha planes de igualdad y políticas de transparencia encaminadas a reducir la denominada brecha de género. Esther Domínguez, scrum Management comenta que “Las empresas se implican cada vez más en cuestiones de igualdad. Bajo mi experiencia, siempre me he sentido como un igual. Creo que todavía hay mucho trabajo por hacer en cuestión de igualdad. Pero considero que poco a poco la sociedad está siendo más consciente, cada vez hay más mujeres trabajando en sectores en los que predominaban hombres”.
Efectivamente aún queda mucho trabajo y camino por recorrer para poder equilibrar los porcentajes que muestran los estudios nacionales e internacionales al respecto. Esta disparidad se manifiesta en algo tan habitual e inconsciente como el tipo de lenguaje que utilizamos para definir a los profesionales del sector, “El lenguaje sigue siendo uno de los principales enemigos en un sector que, a pesar de evolucionar hacia la igualdad, es mayoritariamente masculino. Seguimos dando por hecho que palabras como técnico, administrador, desarrollador, consultor o project manager están directamente relacionadas con el hombre, cuando la realidad indica que cada vez son más las mujeres que deciden especializarse o enfocar su carrera profesional hacia esta área de trabajo” apunta nuestra compañera Sara Serrano, miembro del equipo de IT Inside Sales, y que actualmente se encuentra ampliando sus estudios de especialización en disciplinas IT.
Un futuro lleno de optimismo
No obstante, en general la percepción de nuestras profesionales es optimista ante el futuro y manifiestan que probablemente es algo que irá evolucionando hacia posiciones más igualitarias en el futuro. Sara concluye: “Sinceramente espero que, en los próximos años, ese porcentaje siga creciendo. Confío plenamente en que un puesto de trabajo, sea del tipo que sea, pueda ser llevado a cabo con la misma eficacia por hombres y mujeres sin entrar en diferencias. Precisamente el Sector IT evoca evolución, cambio, desarrollo, innovación… Palabras que deben llevarse a la práctica, no sólo en el sentido puramente técnico, sino también en el lado más humano”. Noelia Rojas, técnica de explotación y administración, considera que evolucionará “favorablemente, siempre que haya grandes profesionales con una gran dedicación y compromiso con su labor”.
María José García, finaliza, desde su propia experiencia, “Me siento afortunada de haber estado rodeada de estupendos compañeros que me han tratado con todo el respeto en el trabajo. He estado rodeada de más hombres que mujeres y puedo decir que mi trabajo no podría diferenciarse por el hecho de ser mujer. En una empresa lo que le interesa son los resultados y un buen clima de trabajo potencia esos resultados. Creo que los departamentos donde hombres y mujeres trabajen al unísono por un mismo fin potencian a que haya ese buen clima laboral. Todavía quedan retos importantes y nuevos caminos que abrir dentro de la tecnología donde las mujeres podrán seguir aportando a la par que nuestros compañeros. Espero que ese mundo esté a nuestro alcance con total equidad”.
Mensajes de ánimo
En este sentido, y preguntadas por el mensaje que darían a todas aquellas jóvenes que quieren enfocar su carrera a profesiones ligadas a las TIC todas coinciden en ofrecer mensajes de ánimo si es lo que realmente les apasiona.
"Si les interesa el sector TIC, adelante con ello. No encuentro ningún motivo por el que no deban entrar e interesarse por un mundo en el que la mayoría son hombres. Lo importante es que te guste lo haces.”, comenta una de nuestras programadoras consultadas. Beatriz Emilió, por su parte concluye “Si te gusta, adelante. Pero si te gustan más otras cosas, no te dejes influir, porque la verdadera independencia femenina es tener la capacidad de escoger lo que queramos y no que escojan por nosotras, nada ni una cultura, ni otra. Esta es la razón por la que muchas mujeres antes que nosotras lucharon, tener la libertad de elegir (ser madre, la carrera que estudiamos, el trabajo, el voto o cualquiera cosa que nos interese)”.
Uno de los deberes que tiene la sociedad actual es romper definitivamente esta brecha de género e impulsar las vocaciones hacia profesiones claramente enfocadas a un futuro mucho más tecnológico, a través de la generación de confianza entre las mujeres.
Desde Irium apostamos firmemente por la diversidad e igualdad de oportunidades, no solo como parte de nuestro plan de igualdad, si no como filosofía de empresa y parte de un carácter que imprimimos en todos nuestros procesos de selección, en nuestra relación con proveedores y clientes y en todos nuestros proyectos. La igualdad es uno de nuestros principales valores, ya que somos conscientes de nuestro importante papel como actores en una sociedad que evoluciona hacia posiciones de paridad real.
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